Margarita Drago
Visión
Pero a ti quiero mirarte hasta que tu rostro
se aleje de mi miedo como un pájaro
del borde filoso de la noche.
Alejandra Pizarnik
Hoy, Northern Boulevard se me figura la avenida Córdoba. Lo transito hacia el norte y los edificios se vuelven casas de ladrillo con jardines y enredaderas frescas trepadas a sus muros. Hoy, Northern Boulevard se estrecha, se torna calle familiar. Miro un punto fijo en la distancia, y se vuelve punto allá́ en el sur. Las nubes se precipitan contra la piedra del asfalto donde se dibuja el rostro de mi madre. Quiero atraparlo, grabarlo en la memoria, pero en el aire su imagen se diluye.
Vision
But I want to look at you until your face
escapes from my fear like a bird from the
sharp edge of the night.
Alejandra Pizarnik
Today, Northern Boulevard seems to me like Córdoba Avenue. As I walk north the buildings become brick houses with gardens and fresh vines climbing their walls. Today, Northern Boulevard narrows, it becomes familiar. I fix my gaze on a point in the distance, and it becomes a point there in the south. The clouds rush against the hard surface of pavement where the face of my mother is drawn. I want to catch it, to record it in my memory, but the image is diluted in the air.
Translated by Edna Perez
Ella y el mar
La mujer despertó angustiada. Se levantó, fue al baño como de costumbre y tomó una ducha. Permaneció largo rato bajo el agua, con la intención de que esta se llevara la imagen del sueño de la noche anterior que tanto la habíá aterrorizado. Prendió un incienso, repitió el mantra que usualmente la tranquilizaba, rezó una plegaria, sin resultado. Ese día hizo los quehaceres cotidianos y trabajó nerviosa e inquieta. Cuando la tarde estaba casi agonizando sintió deseos de ir al mar. Debía ir desnuda, algo se lo decía, cubierta solo con la túnica de seda blanca. Se arropó con ella y echó a andar. Se adentró en la playa solitaria y caminó sin tiempo, descalza sobre la arena fresca. De pie frente a las olas que calladamente se rompían en la orilla, levantó la mirada y pidió clemencia. Repentinamente el cielo se puso negro como de tormenta, aun así ́el mar se veía de un azul intenso luminoso. La mujer permaneció de pie frente al mar. De pronto, un temblor suave y tibio le recorrió el vientre y le bajó hasta el sexo.
Se recostó en la arena húmeda, abrió los brazos en cruz y las piernas en posición de entrega. El temblor del vientre se hizo más agudo, el calor le quemó las entrañas. La mujer emitió un gemido y pujó tres veces con fuerza. Del corazón de su vulva tibia, abierta en flor, se desprendió el cuerpo voluminoso de la madre, tal como lo habíá visto en el sueño de la noche anterior, flotando boca abajo en la bañera. Apoyada sobre los codos, la mujer levantó la cabeza para mirarlo. El cuerpo, transformado en una masa blanca incandescente, empezó a dar volteretas en el aire, formaba círculos, descendíá y en el descenso rozaba el agua. La blancura radiante de la silueta contrastaba con el mar, vuelto ya una inmensa masa negra. La mujer vio cómo la silueta se fue hundiendo lentamente y, sin intento de rescatarla, se quedó mirando, fijamente, los últimos puntitos de luz que brincaban sobre la superficie acuática.
The woman and the sea
The woman woke up in anguish. As usual, she got up, went to the bathroom and took a shower. She stayed a long time under the water, thinking this would take away the image of the dream she had had last night, which had terrified her so much. She lit incense, repeated the mantra that usually calmed her and said a prayer, but to no avail. She did her daily chores in a nervous and restless state. When the day was dying, she felt a desire to go the sea. She should go naked, something inside her said, with only her white silk tunic covering her. She wrapped herself in it and started walking. She entered the deserted beach and walked carelessly, barefoot on the fresh sand. She stood in front of the waves that quietly broke on the shore, looked up and asked for clemency. All of a sudden, the sky turned black as if a storm approached, yet the sea was bright blue. The woman remained standing in front of the sea. Suddenly, a soft and warm tremor traveled from her womb down to her sex.
She leaned back on the damp sand, spreading her arms and legs in surrender. The trembling in her womb became more acute; the heat burned her insides. The woman groaned and pushed three times with force. From the heart of her warm vulva, opened like a flower, her mother’s voluminous body detached itself, just as she had seen it the previous night in her dream, floating face down in the bathtub. Leaning on her elbows, the woman raised her head to look at it. The body transformed into a glowing white mass, doing somersaults and circles in the air, grazing the water as it descended. The radiant whiteness of the silhouette contrasted with the sea, now an immense black mass. The woman watched as the silhouette slowly began to sink and, without trying to rescue it, she stared at the last little points of light that jumped on the surface of the sea.
Translated by Edna Perez
“Ella y el mar / The woman and the sea” and “Visión / Vision” originally appeared in Spanish in Un gato de ojos grandes me mira fijamente (A Large-eyed Cat is Staring at Me), Micielo Ediciones (Mexico, 2017).
Margarita Drago (Rosario, Argentina). Professor of Spanish and Literature at York College – CUNY. She is the author of Fragmentos de la memoria. Recuerdos de una experiencia carcelaria (1975-1980) / Memory Tracks. Fragments from Prison (1975-1980). She has also published Con la memoria al ras de la garganta, Hijas de los vuelos, Quedó la puerta abierta, Un gato de ojos grandes me mira fijamente; Heme aquí. Con la memoria stretta in gola, Sé vuelo. She co-authored Tomamos la palabra: mujeres en la guerra civil de El Salvador (1980-1992).